El pasado 22 de marzo tuvimos la oportunidad de visitar uno de los edificios más importantes y representativos de la capital palentina, el Casino. Aquí os mostramos una breve introducción sobre su historia:
Se constituía el Casino de Palencia el primer día de marzo de 1862, pero no en su ubicación actual, sino en la calle de San Juan. Recalaría en la llamada "Casa del Ayuntamiento", poco más tarde, por las vísperas de San Antolín del mismo año. Fue cedido el inmueble en 12.000 reales y para nueve años. Eufóricos sus directivos con el nuevo domicilio en "Los Cuatro Cantones", en diciembre ya lo compraron por 460.000 reales, aportando 80.000 más para adquirir la casa contigua. Nacía como círculo de recreo selecto y cultural, frente a otros centros de diversión más plurales y abiertos, incluso gremiales.
En el primitivo edificio del S. XVI, celebraba sus sesiones el ayuntamiento, que tenía aquí sus oficinas más representativas.
En el piso bajo estaban el "Mesón de la Fruta", que era una especie de puesto regulador, y el "Peso Real", por el que pasaban todas las mercaderías para comprobar su peso y conseguir el permiso para su venta. Se vendió junto con otros bienes para construir el nuevo ayuntamiento. En 1862 pasó a la Sociedad del Casino de Palencia.
En la década de los años 20 Jacobo Romero realiza en el edificio una completa trasformación que le da la apariencia que tiene hoy, mostrando el ambiente más característico de la burguesía palentina.
El mural modernista exterior es obra del pintor palentino Rafael Oliva (1998).
Algunos de los participantes en la salida han querido compartir con vosotros sus impresiones sobre el Casino de Palencia. ¡Seguro que os animáis a conocerlo después de leerlas!
“He conocido un edificio emblemático en Palencia. Tiene una amplitud descomunal de salas y salones, donde se puede leer la prensa, jugar a juegos varios y reunirse los amigos para charlar. Un lugar de ocio.”José Miguel“Era de estilo antiguo, pero no sé de qué siglo. Destacaban las lámparas, cuadros y la biblioteca llena de enciclopedias y diversos libros, con unas estanterías antiguas. Me llamaron la atención un montón de cuadros de pintores palentinos. También había un comedor al que no le faltaba ningún detalle, y según nos dijeron no era tan caro el menú comparado con el lujo. Parecía que nos querían motivar a ir a comer un día allí, pero nos dijeron que pidiendo cita. También destacaba una sala de fumadores que estaba habilitada legalmente.”Mariano“Tiene una biblioteca, unas sillas muy bonitas y un comedor muy lujoso, de dinero. Antes de entrar, tomamos un café con una tapa de tortilla en una cafetería. Del Casino me llamaron la atención los cristales, que podías ver lo de fuera pero desde la calle no pueden verte. Yo tuve un maestro en la Escuela de Artes y Oficios que era socio del Casino. Empezó a ir cuando se hizo mayor, a los 58-60 años. Yo tendría 27-28 años cuando estudié en esa Escuela matemáticas y carpintería.”Juan Ramón“Me lo he pasado muy bien. Espero repetir muchas más veces, acompañado con un café y algo de comer, como hemos hecho hoy. La ida muy bien, hemos ido con la señora Ruth, Yolanda y Raquel. En la cafetería nos ha acompañado Raúl. Hemos vuelto en autobús a las 12:35 del mediodía. Espero que me lleven a más sitios. Un cordial saludo de vuestro amigo.”Celestino“Lo que más me ha gustado del Casino ha sido la biblioteca, había un montón de libros. Comentaré a mi hermano si la próxima vez puedo ir a comer allí en vez de al Pepe´s. Antes de entrar hemos ido a tomar un pincho y un refresco. Me lo he pasado genial.”
Enrique
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